SEGOVIA
Esta vez tocó Segovia para pasar un fin de semana fantástico. Una ciudad pequeña, pero con mucha historia. Segovia fue una ciudad poblada desde la época de los neardentales, pasando por romanos, árabes y cristianos.
Si entras a la ciudad desde Arevalo (localidad recomendable visitar) obtienes una vista de la ciudad maravillosa. Se accede con el coche a través de la Puerta de Fuencisla.
Más adelante, hay una preciosa campa donde puedes extender una manta y comer algo o simplemente disfrutar del paisaje. Entre otros del Santuario de Nuestra Señora de Fuencisla, donde hay baños publicos en un lateral y un bar en el parque, también está el Convento de San Juan de la Cruz, varias iglesias y el impresionante Alcázar.
Aquí se puede dejar el coche e ir andando hasta la puerta de Fuencisla y después de atravesar el puente, tras una subida de 400 m. Se obtiene una preciosa vista del Alcazar. La pena fue que la torre de San Juan estaba en obras y no se puede ver en todo su esplendor. De todas formas merece la pena.
Desde la campa se puede ir andando por un camino muy agradable y bonito hasta el Alcazar y al centro de la ciudad. Hay algo de subida según se sube al Alcázar.
El Alcázar parece salido de un cuento de hadas, con sus torres y su foso.
Puerta de San Andrés.
Calles del barrio.
La Sinagoga Mayor, la única que queda de las cinco que había. Ahora es un convento de las clarisas.
Calle de la Judería.
Ha sido un fin de semana maravilloso, acompañó el tiempo y la gente muy amable.
y por último un café en buena compañia y con un bonito paisaje esperando el tren.
Un plano de la ciudad.
Más adelante, hay una preciosa campa donde puedes extender una manta y comer algo o simplemente disfrutar del paisaje. Entre otros del Santuario de Nuestra Señora de Fuencisla, donde hay baños publicos en un lateral y un bar en el parque, también está el Convento de San Juan de la Cruz, varias iglesias y el impresionante Alcázar.
Aquí se puede dejar el coche e ir andando hasta la puerta de Fuencisla y después de atravesar el puente, tras una subida de 400 m. Se obtiene una preciosa vista del Alcazar. La pena fue que la torre de San Juan estaba en obras y no se puede ver en todo su esplendor. De todas formas merece la pena.
Desde la campa se puede ir andando por un camino muy agradable y bonito hasta el Alcazar y al centro de la ciudad. Hay algo de subida según se sube al Alcázar.
El Alcázar parece salido de un cuento de hadas, con sus torres y su foso.
El interior gusta tanto a niños como a adultos. Tiene bonitas vistas.
Segovia es una ciudad fantástica para tapear. En los alrededores de la catedral hay mucha variedad.
Segovia es una ciudad muy agradable para pasear, llena de tiendas para llevarte algún recuerdo.
Paseando por la calle Cervantes, cambió el tiempo y se puso a llover, al no tener paraguas, nos metimos en una cafeteria, hasta que paró.Caro el café, pero bonitas vistas. También hay locales más económicos en la Avenida del Acueducto enfrente del mismo.
El Acueducto romano es una obra de ingenieria impresionante. Fue construido por los romanos entre los siglos I y II d.c.
Puedes recorrer 813m. en buen estado a través de la ciudad, luego iba soterrado hasta el rio de donde traían el agua.
La ciudad está rodeada por una muralla. Se puede pasear a todo lo largo de ella. Durante el paseo se pueden atravesar dos puertas de las siete que cerraban La Judería. La Judería fue un barrio habitado por la comunidad hebrea al menos desde el S.XII y hasta su expulsión mediante el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos en 1492. En 1481 los Reyes Católicos decretaron que la comunidad fuese encerrada en su barrio mediante la construcción de siete puertas con arcos de ladrillo. Sólo se conservan la Puerta de San Andrés y el Postigo del Sol. Las calles son estrechas, íntimas y repletas de pasadizos.
Puerta de San Andrés.
Ha sido un fin de semana maravilloso, acompañó el tiempo y la gente muy amable.
y por último un café en buena compañia y con un bonito paisaje esperando el tren.
¡Hasta la Próxima!
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